Cuando comencé mi ejercicio profesional, hace ya cuarenta y cinco años, el tratamiento médico del sobrepeso estaba en mantillas. Los pocos casos que eran atendidos por médicos se derivaban al endocrino, ya que se daba por supuesto de que si había obesidad era debido a un fallo del metabolismo. El tiroides, que "no funcionaba bien". Era algo que no admitía discusión.

   Y en cuanto a los tratamientos se limitaban a poco más que unas hojas fotocopiadas donde se daban las pautas de alimentación a seguir. La dieta era siempre hipocalórica y el que contuviera más o menos calorías se iba decidiendo según fuese la respuesta al tratamiento. Se permitía comer de todo (en ocasiones incluso dulces), pero en pequeñas cantidades. Una frase de aquella época resumía la situación: "Puede usted comer de todo, pero la mitad de cantidad de lo que come ahora." 

   Los resultados eran, en su inmensa mayoría, muy malos.

   Por lo demás el concepto de Medicina Estética apenas empezaba a nacer. Y el hecho de que un médico la practicara hacía que los demás colegas le mirasen por encima del hombro.

   Afortunadamente las cosas han cambiado. 

   Hoy sabemos que no todas las obesidades son debidas a problemas hormonales. De hecho casi ninguna lo es. Ahora sabemos que la causa de casi todos los casos de sobrepeso y obesidad están originados por conductas alimentarias compulsivas o por un consumo excesivo de hidratos refinados, como la harina y el azúcar.

   También sabemos que hay otras posibilidades dietéticas para perder peso aparte de someter al paciente a una dieta pobre en calorías. Entender la importancia del índice glucémico de los diversos alimentos nos ha permitido enfocar las dietas adelgazantes bajo una perspectiva totalmente diferente.

   Hace 40 años comencé a tratar el problema del sobrepeso siguiendo estas directrices, que en aquella época eran poco menos que herejías. Pero el método funcionaba. Y cuanto más lo practicaba y perfeccionaba mejor funcionaba.

   A mediados de la década de los 80 comencé a trabajar con colaboradores en mis consultas de Castellón y Valencia, a formar equipo. A los pocos años decidí conformar esta colaboración en una estructura organizada: Comyce, Consultas de Medicina y Cirugía Estética. Por aquel entonces ya habíamos comenzado a tratar otros problemas estéticos como las varices y el envejecimiento facial lo que supuso incluir a nuevos especialistas en nuestro equipo médico.

   Se abrieron muchas consultas además de las iniciales en Castellón y Valencia: Ibiza, Palma, Albacete, Alicante, Murcia, Madrid, Santander, Bilbao, Vitoria, Zaragoza, Hellín, Villarobledo, Alcoy, Benidorm, Mislata, Burjassot, Vinaroz y La Vall d'Uxó. Y en Mallorca, además de Palma, Sóller, Inca y Manacor, la más reciente.

   A medida que iba evolucionando el campo de la Medicina Estética incluimos diversas técnicas médicas, incluyendo el empleo del láser para tratamientos de depilación y eliminación de tatuajes y varices.

   La vida da muchas vueltas. Así, a lo largo de los años algunas consultas decidieron seguir su trayectoria al margen de Comyce. Y en algunos casos, muy pocos, decidimos cerrarlas por diferentes motivos. Pero la gran mayoría siguen funcionando como consultas Comyce y ofreciendo un completo abanico de tratamientos para los diferentes problemas estéticos.

   Nosotros, en Mallorca, hemos decidido en los últimos años centrarnos en el campo en el que nació Comyce y el que mejor dominamos: el tratamiento del sobrepeso.

   Gracias por su confianza

 

                

                         Dr. Germán Fernández Fraga