Poder disfrutar de una pizza durante la fase de pérdida de peso y sin saltarse la dieta realmente es un privilegio.

   Todo el "truco" consiste en actuar como le hemos indicado en varias ocasiones: sustituir los ingredientes no aptos por otros que sí lo sean.

   En el caso de las pizzas la clave es sustituir la harina por nuestra mezcla de salvados y gluten al elaborar la base de la pizza. 

   La cubierta es más sencilla de preparar, y admite muchas variantes. Pero hemos de poner especial atención a dos de sus ingredientes:

       - Tomate. Si emplea tomate frito, como es lo habitual, deberá ser sin azúcares añadidos y teniendo cuidado de no sobrepasar las cantidades autorizadas.

       - Queso. Recomendamos el tradicional queso mozzarella. Es el queso que figura en las primeras pizzas napolitanas y, además, resulta menos graso que la mayoría. De todas maneras deberá tener cuidado en no sobrepasar las cantidades que se indican. 

   En la parte de abajo puede ver una base de pizza comyce y diversas pizzas ya montadas.