Es evidente que si queremos perder peso tendremos que cambiar la alimentación que estamos llevando. Esto podemos hacerlo tan solo de dos maneras. 

 

    Una posibilidad es reducir las calorías de la alimentación. Este es el enfoque que se sigue en las dietas bajas en calorías o hipocalóricas, de las que es muy probable que ya tenga alguna experiencia.

 

    La otra posibilidad es reducir los hidratos de la alimentación, sobre todo los de alto IG. Esto es lo que se hace en las dietas bajas en hidratos o hipocarbonadas, como la que va a seguir usted.

    Estas dietas actúan modulando la secreción de insulina tras las comidas ya que lo que más estimula la formación de grasa son los niveles altos de insulina en sangre después de comer.

   Hemos de conseguir que nuestro nivel de azúcar en sangre después de las comidas suba lo menos posible para evitar que se estimule la secreción de insulina. Por eso nos interesará comer alimentos que suban poco o nada el azúcar en sangre, o sea alimentos de bajo índice glucémico.      

 

    Resumiendo: la clave para adelgazar con las dietas hipocarbonadas consiste en conseguir que el nivel de azúcar en sangre suba lo menos posible después de las comidas de modo que no se estimule la secreción de insulina. Esto dependerá, como es lógico, del tipo de alimentos que se consuman. Cuanto más suban el azúcar en sangre mayor secreción de insulina producirán. Por eso nos interesará consumir alimentos de bajo índice glucémico. Cuanto más bajo, mejor. Que apenas suban el azúcar en sangre. O mejor todavía: que no lo suban nada.

 

    • Las proteínas no suben nada el azúcar de la sangre. Son alimentos perfectos para su dieta. Carnes y pescados son buenos ejemplos de alimentos ricos en proteínas.

 

    • Las grasas tampoco suben nada el azúcar en sangre. De todas maneras no conviene abusar de ellas por la gran cantidad de calorías que contienen. Su consumo excesivo frenaría la pérdida de peso.

 

    • Los hidratos son los alimentos que más problemas dan al hacer una dieta ya que todos suben el azúcar en sangre, unos más que otros:

          Hay algunos hidratos que no suben excesivamente el azúcar en sangre. Tienen un índice glucémico medio e incluso bajo. Los llamamos hidratos “buenos”. Su consumo es compatible con la dieta. De manera libre con los de IG bajo y más moderadamente si el IG es medio.

         Pero la mayor parte de hidratos sube demasiado el azúcar en sangre ya que su IG es alto o muy alto. Les llamamos  hidratos “malos”.  No son adecuados durante la fase de pérdida. Incluso en el mantenimiento habremos de consumirlos con moderación. Los principales son:

              - El azúcar

              - Las harinas, sobre todo las refinadas (pan, pasta, empanadas, etc).

              - El arroz

              - La patata

              - Algunas verduras, sobre todo si están cocinadas (zanahoria, pimiento rojo, etc.). Puede consultar con detalle cuales son estas verduras pulsando aquí.

  

   El contenido en calorías de los alimentos tiene menos influencia en la pérdida de peso, aunque conviene recordar que si abusamos de alimentos muy calóricos, como son el aceite o la mantequilla, la pérdida de peso será más lenta.

   Está claro que la peor comida posible será aquella que contenga abundantes hidratos "malos" (de alto IG) y que además sean rica en calorías.  Un ejemplo perfecto: las patatas fritas.