Hemos visto que nuestro organismo dispone de un sistema muy preciso para controlar la cantidad de grasa que se almacena en el cuerpo y que este control se ejerce a través del lipostato.

   Pero también vemos cada día que en muchas personas ese mecanismo parece no funcionar ya que suben de peso ¿Por qué? ¿Les falla el lipostato? Y si es así ¿por qué falla?

 

   Recordemos que el lipostato controla el peso corporal por dos mecanismos:

       - Mediante el control del apetito, estimulándolo o inhibiéndolo según la cantidad de grasa que tengamos almacenada.

      - Controlando el destino final de la energía alimentaria sobrante, o sea el combustible que aún nos queda en el depósito después de que las necesidades del cuerpo hayan quedado cubiertas. Según cómo estén de llenos los depósitos grasos el lipostato dará ordenes al organismo para almacenar esa energía en forma de grasa o bien ordenará eliminarla en forma de calor a través de la piel

 

   Podemos tener problemas en los dos tipos de control.      

 

  

 

1. PROBLEMAS EN EL CONTROL DEL APETITO: LA COMPULSIVIDAD ALIMENTARIA

 

 

   Puede fallar el control del apetito, casi siempre debido a la compulsividad.

   Durante las comidas compulsivas el cerebro no atiende las órdenes del lipostato que le indica que no hace falta que coma más inhibiendo el apetito. En estas crisis se come a pesar de no tener apetito, como veremos después con más detalle.

 

 

 

 

 

 

 2. PROBLEMAS EN EL CONTROL DE LA ENERGÍA SOBRANTE:  DEMASIADOS ALIMENTOS DE ELEVADA CARGA GLUCÉMICA (CG)

   También puede fallar el control del destino de la energía alimentaria sobrante, lo que induce al organismo a generar grasa con esa energía a pesar de que los depósitos grasos corporales sean suficientes o incluso excesivos.

   La causa más habitual de que esto ocurra es el excesivo consumo de alimentos con alta carga glucémica, o sea alimentos cuyo consumo eleva mucho el azúcar en sangre (azúcar, harinas refinadas, arroz y patatas, sobre todo).

   El organismo responde a esta subida de azúcar en sangre segregando una cantidad excesiva de una hormona llamada insulina. Este exceso de insulina va a alterar el normal equilibrio de almacenamiento de grasa en el cuerpo dando lugar a un exceso de depósitos grasos.

 

 

 

 1 +2:      COMPULSIVIDAD ALIMENTARIA     +     CONSUMO EXCESIVO DE ALIMENTOS DE ALTO I.G

 

                            
         
 

   

 

 

 

 

   Evidentemente las cosas se complican si se dan las dos situaciones al mismo tiempo: compulsividad alimentaria + consumo excesivo de alimentos de alta carga glucémica, cosa que ocurre muy frecuentemente.

   Se observa en las personas que presentan una alimentación compulsiva y que la calman consumiendo alimentos de alta carga glucémica, por ejemplo dulces. La subida de peso está garantizada.