Haciendo dieta la salsa casera tiene una enorme ventaja sobre la salsa industrial: podemos ponerle los ingredientes que deseemos, evitando así los que no nos convengan.

   En los siguientes capítulos haremos una revisión de las salsas caseras más habituales. Verá que, salvo casos puntuales, no detallamos las recetas de cada salsa. Queremos que usted las siga haciendo como hasta ahora pero que aprenda a cambiar los ingredientes no aptos por otros que sí lo sean.

   Si no dispone de tiempo para elaborar sus salsas puede recurrir a salsas ya preraradas, Pulsando aquí podrá revisar las marcas recomendadas. Afortunadamente cada vez se encuentran más marcas de salsas sin azúcares añadidos.

   Ya hemos comentado que las salsas son importantes porque contribuyen a la satisfacción que nos proporciona la comida. Y eso es bueno. Pero no debemos olvidar que la mayor parte de salsas son muy ricas en aceite, y usted ya sabe que un consumo excesivo de alimentos grasos puede frenar su pérdida de peso. De modo que disfrute de sus salsas pero evitando excederse.

   Siempre que le sea posible le recomendamos emplear las salsas dietéticas que se presentan en esta web. Sabrosas, con un muy bajo I.G. y practicamente sin calorías: para ensaladas, para pasta, para pescado y para carne.