Los glúcidos, también conocidos por "carbohidratos" o "hidratos de carbono" son nutrientes que tienen como función fundamental aportar energía.

   El glúcido más importante en la nutrición humana es el almidón. Este compuesto químico es la base de la alimentación de la mayor parte de la Humanidad.

   El valor calórico de los glúcidos es similar al de las proteínas: 4 kilocalorías / gramo de glúcido.

 

ESTRUCTURA DE LOS GLÚCIDOS

   Los glúcidos están formados por moléculas de azúcares, el más importante de los cuales es la glucosa.

   Según el número de moléculas de glucosa que incorporen los glúcidos reciben diversos nombres:

       - Si tan solo tienen una molécula de azúcar se llaman monosacáridos

       - Si se han unido dos moléculas de azúcar para formar un azúcar doble se llamarán disacáridos

     - Y si son muchas las moléculas de azúcar que se han unido entre sí, como eslabones de una cadena, será un polisacárido.

 

   Los mono y disacáridos son dulces y también se llaman azúcares. El azúcar de mesa o sacarosa es un ejemplo.

 

   El polisacárido más importante en nutrición humana es el almidón, que contiene muchos miles de moléculas de glucosa enlazadas entre sí. Abajo se reproduce un fragmento de su cadena.

 La imagen representa un pequeño fragmento de molécula de almidón en el que pueden verse 4 glucosas enlazadas entre sí. En realidad la cadena completa de una molécula de almidón puede llegar a tener hasta 200.000 glucosas enlazadas.

 

ABSORCIÓN INTESTINAL DE LOS GLÚCIDOS

   Lo azúcares (mono y disacáridos) se aborben directamente a través del intestino delgado sin necesidad de ningún proceso digestivo previo. Pero las grandes cadenas de polisacáridos no pueden ser absorbidas. Primero hay que romper la cadena y liberar los diversos eslabones para que puedan ser absorbidos. Esto se hace mediante la digestión

   La sustancia responsable de romper estos enlaces es la enzima amilasa, presente en la saliva y en el intestino delgado. Actúa rompiendo los enlaces que unen a las moléculas de glucosa entre sí y liberándolas de modo que puedan ser absorbidas fácilmente a través de la pared intestinal.