Lea en primer lugar “Recomendaciones generales...

   Si le toca comer invitado en una casa particular y no existe mucha confianza con los anfitriones la cosa se complica bastante. En este caso tan sólo se puede dar una directriz: intentar esquivar al máximo los hidratos, especialmente los más peligrosos (azúcar, pan y patata).

   Algunos son fáciles de evitar (por ejemplo no coger pan para acompañar la comida o no tocar las patatas que nos sirvan como guarnición). En otras ocasiones resulta prácticamente imposible, por ejemplo si nos invitan a una paella o a un pa amb oli. En estos casos no quedará más remedio que comer como los demás procurando no excedernos en cantidad.

   En lo que sí debemos ser inflexibles es con el dulce. Es posible que la anfitriona nos insista. Pero no ceda. Se juega el esfuerzo de toda la semana. Acepte una fruta o pase directamente al café.