La adiposidad localizada sin sobrepeso tiene tan solo repercusiones estéticas. No afecta a nuestra salud aunque sí a nuestra autoestima y a nuestra calidad de vida.

   Sin embargo el sobrepeso y sobre todo la obesidad (IMC superior a 30) sí tienen consecuencias muy perjudiciales para la salud, además de los problemas de tipo psicológico que normalmente ocasionan. 

  Las principales consecuencias del sobrepeso son de tipo cardivascular (sobre todo hipertensión arterial). Además favorece la aparición de diabetes de tipo 2 y de algunos tipos de cáncer. Causa problemas respitatorios como la apnea del sueño, Y por último se acaban deteriorando las articulaciones apareciendo artrosis, sobre todo en caderas, rodillas y tobillos por el peso excesivo que han tenido que soportar durante años.

 

 

 

 

GRASA ABDOMINAL

   Hay un tipo de grasa que es especialmente peligrosa: la que se acumula en el abdomen. Tener un exceso de grasa en esta zona supone incrementar muy notablemente el riesgo cardiovascular o de sufrir una diabetes.

   De hecho los cardiólogos miden el perímetro de la cintura como un parámetro más de evaluación clínica.

   Para los hombres el máximo perímetro abdominal que se considera normal es de 102 cm y de 88 cm en el caso de las mujeres.