Esta es, con diferencia la situación que con más frecuencia destroza los tratamientos. Por eso, dada su enorme importancia, vamos a insistir de nuevo en ella.

   Si por alguna circunstancia se salta la dieta no cometa el error de no acudir a su consulta esa semana. Tal como decíamos en la página anterior es normal que nos vengan pensamientos tales como: «Total, ¿para qué voy a ir si no habré perdido peso? Mejor hago bien la dieta esta semana y ya iré a la consulta la semana que viene».

   Parece de lo más lógico. Pero no caiga en la trampa: miles de tratamientos se han venido abajo tras una reflexión similar a ésta.

   No se salte su consulta salvo circunstancia de fuerza mayor y jamás, desde luego, por no haber hecho bien su dieta.