Estos edulcorantes sintéticos no aportan ningún elemento nutritivo por lo que su I.G. es 0 y su contenido calórico, nulo.

   Los más habitualmente empleados para sustituir al azúcar son la sacarina, el aspartamo, el ciclamato, la sucralosa y el acesulfamo K.

  Tienen un poder edulcorante muy superior al azúcar de mesa (sacarosa) aunque el sabor dulce que proporcionan suele ser bastante diferente.Para solucionar este problema con frecuencia se venden mezclas de diversos edulcorantes. Una de las más habituales es la de sacarina con ciclamato, la mezcla elegida por Hacendado para sus edulcorantes, como puede ver en la fotografía.

  En ocasiones se añade maltodextrina (un derivado del almidón) para mejorar su sabor. Atención: la maltodextrina debe ser evitada ya que tiene un I.G. elevadísimo (95). Rechace los edulcorantes que la incluyan.

  Los edulcorantes químicos pueden comercializarse en forma comprimidos, líquido o en granulados (sobres). Los edulcorantes presentados en sobre contienen dextrosa, que es un azúcar: Rechace por sistema los edulcorantes en forma de granulado. Todos. Y tenga en cuenta que es el tipo habitual de edulcorantes que ofrecen en bares y restaurantes. Por eso vale la pena que se habitúe a llevar encima sus comprimidos de sacarina.

   No haga caso de los frecuentes comentarios que sin duda oirá sobre los peligros para la salud que supone el consumir sacarina. Carecen de fundamento.