Normalmente la grasa se acumula siguiendo dos patrones bien diferenciados:

   En unos casos se acumula sobre todo en abdomen, costados y zona pectoral. Debido a la forma que adopta el cuerpo la llamamos obesidad “en manzana”. Es más frecuente en hombres y también en mujeres menopáusicas. 

    Y en otros casos la grasa se acumula en bajo vientre, caderas, nalgas y muslos. Es la que llamamos obesidad “en pera", más habitual en mujeres, sobre todo antes de la menopausia.

   Al entrar en menopausia el perfil hormonal de la mujer cambia y esto hace que en la mujer menopáusica la grasa vaya variando su localización y se acumule, como en los hombres, sobre todo en el abdomen.